Conformarte o transformarte
- John Mazariegos
- 13 nov 2020
- 2 Min. de lectura

Qué es lo que alimenta tu manera de pensar, tu manera de interpretar la vida. Todos los días estamos en contacto con un mundo decaído. El mundo es inmersivo, poderoso y atractivo, por momentos parece inevitable ser consumido por él, desear lo que el mundo nos ofrece, pensar como el mundo nos impone, comportarnos como el mundo se comporta. Cuando decimos “el mundo”, nos referimos a un sistema de valores o a un estilo de vida que es opuesto a Dios y a Su Palabra.
17 Así que les digo esto y les insisto en el Señor: no vivan más con pensamientos frívolos como los paganos. 18 A causa de la ignorancia que los domina y por la dureza de su corazón, estos tienen oscurecido el entendimiento y están alejados de la vida que proviene de Dios. (Efesios 4:17,18 NVI)
Pablo nos dice en Efesios 4 que los seguidores de Cristo debemos distinguirnos por nuestra manera de pensar. Debemos estar dispuestos a cambiar nuestra perspectiva de la vida. No es suficiente un cambio exterior o a un nivel moral o ético. La transformación implica un cambio profundo que se lleva a cabo por el Espíritu Santo, dependemos totalmente de él, es el Espíritu quien nos capacita, una vez que me arrepiento, una vez que reconozco mi necesidad de salvación, soy redimido por Jesucristo y mi vida inicia un proceso de transformación.
Hay mucha presión. No nos adaptemos al mundo que nos rodea, mantengámonos firmes, porque nuestra vida espiritual depende de ello. Podemos mantenernos firmes porque el Espíritu Santo habita en nosotros, porque el Espíritu Santo transforma nuestra mente para que podamos entender y obedecer la Palabra.
Vas a permitir que el mundo conforme tu manera de pensar o vas a invitar a Dios a transformar tu mente. Los seguidores de Cristo hemos sido llamados a algo diferente, a algo mejor, algo más retador y mucho más provechoso. La Biblia nos dice que la clave para alcanzar la transformación es la renovación de nuestra mente.
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