Esperando la intervención divina

Alguna vez has vivido un periodo de adversidad o, una etapa en tu vida en que necesitas la intervención divina, ¿pero, pasa el tiempo y no ves una respuesta?

Esperar a que Dios trabaje en nuestra situación puede ser muy difícil, puede generar sentimientos de angustia y decepción. Comparto esto con ustedes porque seguramente han estado en circunstancias similares. Vienen dudas a mi mente: ¿Significa que Dios no me ama? ¿Significa que Dios no está en control de las cosas? ¿Significa que Dios no es bondadoso?

Entonces el Espíritu Santo trae convicción a mi alma, me humillo ante Dios, y me hace recordar que Él dará contestación a mi oración en el tiempo exacto y de acuerdo a Su carácter y Su voluntad.

Durante el tiempo de espera me acerco aun más a Dios, me refugio aun más en Él y en Su Palabra. Cuando el enemigo me hace creer que Dios no me escucha, cuando mis sentimientos me confunden y me hacen perder la esperanza, entonces reafirmo Su carácter y Su naturaleza. Aun cuando no puedo ver más allá de mis circunstancias, cuando la respuesta que Dios me da no es exactamente lo que yo esperaba, cuando mi situación sigue siendo la misma, aun así, puedo declarar que Dios es bueno y Sus tiempos son perfectos. No estoy hablando de ignorar mis sentimientos, ignorar la realidad, o pretender que todo está bien. Confiar en Dios es vivir una vida de fe y obediencia, aunque las circunstancias sean dolorosas y difíciles de aceptar.

“Tú llevas la cuenta de todas mis angustias y has recogido cada una de mis lágrimas en tu redoma; has registrado cada una de ellas en tu libro” (Salmo 56:8 NTV).

Dios no hace esperar Su respuesta para castigarme, Él no es insensible a las peticiones de mi corazón. Su silencio no significa que Dios está inactivo. En medio de la espera, necesito entender que Dios está trabajando en mi situación incluso cuando yo no puedo verlo. Yo sé que estoy bajo Su protección, descanso en Él, la paz y el amor de Dios están siempre conmigo, Él está en control absoluto y confío en Su perfecta voluntad en mi vida.