Jesucristo es la expresión de amor hacia nosotros

La expresión “te amo” se ha convertido en una de las palabras más utilizadas hoy en día, tristemente la palabra amor, se ha dicho tanto, que se está perdiendo el verdadero sentido de la misma. La cultura en la que vivimos, le da un especial significado al individualismo y al consumodesmedido, disminuyendo el amor a una experiencia superficial, a un objeto de consumo y deseo. Más aún, tal parece que los seres humanos hemos perdido la perspectiva del amor verdadero, nos hemos creído el cuento que podemos amar sin que Dios esté de por medio, queremos amar, pero no lo reconocemos a Él como la fuente de amor.

El amor siempre está en función de Dios, viene de Dios y nos lleva hacia Él.

“Estimados hermanos, amémonos unos a otros porque el amor viene de Dios. Todo el que ama tiene a Dios como su Padre y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor.” (1 Juan 4:7-9).

No puede haber un triunfo del amor si en medio de éste no se reconoce a Dios. Jesús no sólo predicó acerca del amor de Dios, sino que lo demostró al entregar Su vida en la cruz. Su amor se manifiesta en la salvación a través de Él.

“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de[a] nuestros pecados” (1 Juan 4:10 NVI).

Esta es la forma en que Cristo nos amó, al grado que estuvo dispuesto a entregar por nosotros Su vida, ese es el amor al que estamos llamados.

Porque Dios es amor y produce amor en la vida que Él habita, los cristianos tenemos que reflejar Su amor en nuestras vidas. Si permanecemos en Cristo, permaneceremos en Su amor. Y si permanecemos en Su amor, debemos compartir ese amor con los demás: Servir con amor en el lugar donde estamos, ser generosos, que nuestra manera de hablar, la manera de tratar a otros, las decisiones que tomamos y nuestro estilo de vida, refleje el amor de Dios. Demostrar Su amor en todo lo que hacemos, debe ser el mayor propósito de vivir para los seguidores de Jesucristo.

Te animo a que busques a Dios en este día, que puedas dar el mismo amor que Él muestra contigo diariamente. Que el amor de Cristo se vuelva la fuerza motriz de tu vida y puedas ponerlo en práctica para Su gloria.