Perdón y sanación.
- Gina Rodríguez
- 16 abr 2021
- 2 Min. de lectura

“Si tomaras en cuenta todos nuestros pecados, nadie podría presentarse ante ti. Pero tú nos perdonas. ¡Por eso mereces nuestra adoración!” Salmos 130:3-4
¿Has pecado contra Dios, estás perdiendo una batalla con una tentación, lo has desobedecido, vuelves a caer en el mismo pecado una y otra vez, te sientes condenado? Entonces necesitas buscar a Dios y Su Palabra. La propia condenación viene porque no hemos entendido la grandeza del perdón de Dios. Jesús no vino a condenar al mundo, vino a salvarnos del pecado y su destrucción (Juan 3:17). Él vino a redimir nuestra maldad. Ningún pecado tuyo puede bloquear la obra de salvación que Jesucristo ha hecho en tu vida. Si eres nacido de nuevo, Dios te ha adoptado como su hijo, siempre te recibirá en Su casa y siempre tendrás acceso a Él (Romanos 8:15). Nuestros errores del pasado no nos definen, es Cristo Jesús quien define nuestra identidad. Si has pedido perdón y te has arrepentido de tus pecados, no hay nada más que hacer para ser salvo.
Ora cada vez que tengas pensamientos de condenación, porque no puedes derrotarlos por ti mismo, sino a través del Espíritu Santo. “El Señor es quien me ayuda; ¿quién podrá condenarme? Todos mis enemigos desaparecerán como vestido comido por la polilla“ (Isaías 50:9). Pon tus ojos en Dios nuestro Señor, enfócate en Dios y lo grande que Él es. Acude a Él, refúgiate en Él, no dejes de alabarlo en todo momento, ante cualquier circunstancia. Es verdad que somos pecadores, pero Dios es Dios de gracia y de salvación. Somos débiles, pero Dios es fuerte. Enfócate en Sus atributos perfectos en lugar de acusarte y condenarte. Aprende de tus errores, fortalécete por medio de ellos, úsalos para bendecir y servir a otros.
Descansa en la paz que Cristo ha traído entre tú y el Padre.
“Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos“ (2 Corintios 5.17-19).
Kommentare